sábado, 9 de abril de 2011


COLORES 
En este apartado se da una explicación del significado de La Santa Muerte dependiendo del color que tenga: 

Dorado: 
Representa el poder económico, el éxito, el dinero. Esta imagen milagrosa deberá portar su vestimenta de color dorado en su totalidad, ideal para los negocios o comercios. 

Hueso: 
Este color de La Santísima Muerte es muy recomendado para las casas o negocios, ya que su color natural ayuda a mantener la paz, la armonía y el éxito donde quiera que se le coloque
Rojo: 
A este color se le ha visto muy relacionado con el amor y la pasión y en efecto el que posee una Santa con estos colores ayudará a que todo esté en armonía con nuestra pareja y con las gentes que nos rodean. También representa la estabilidad emocional. 

Blanco: 
Esta representa la purificación total donde quiera que esté, ayuda a limpiar toda energía negativa, principalmente los hogares donde abundan las envidias y los rencores entre los propios familiares. 

Verde: 
A esta Santa Muerte le hacen peticiones para solucionar problemas de índoles legales o relacionadas con la justicia. En este color es muy frecuente verla en los despachos y bufetes jurídicos. Muy venerada por los abogados. 

Ámbar: 
Esta milagrosa imagen con este color con frecuencia se le venera en los centros de rehabilitación para gente que tiene problemas relacionados con las drogas y el alcoholismo. Se dice que se le coloca por debajo de esta imagen un papel donde va escrito el nombre completo del enfermo y los resultados serán magníficos. 

Negro: 
El color negro en su vestimenta nos representa la protección total, En nuestra casa o negocio, evita que entre cualquier tipo de trabajo, ya sea de magia negra o velaciones obscuras en contra de su familia o en un negocio y lo libera de obras espirituales que le quieran perjudicar, ya se de Santería, Palo Mayombe o de vudú. 



 




Santísima Muerte

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo, Inmaculado ser de luz, te imploro me concedas los favores que te pida, hasta el último día, hora y momento en que su Divida Majestad ordene llevarme ante su presencia, Muerte Querida de mi corazón no me desampares con tu protección.

Para Proteger  a la Persona Amada

Santa Muerte, tú que no conoces la maldad, ayúdame a conseguir el amor de (diga el nombre de la persona amada) protégele de todos los peligros a los que este expuesta para que nada le pase, muéstrale el camino para llegar a mis brazos y no nos desampares para seguir unidos hasta la eternidad.





 

 

Oración a La Santa Muerte

Muerte querida de mi corazón
No me desampares de tu protección
Y desde este momento cubre mi casa,
trabajo o negocio
para que atraigas energías blancas
del universo
para que nunca falte nada
y que todas las necesidades sean cubiertas
por la energía divina de Dios Padre.
Por las virtudes que tu posees
lograre vencer
todos los obstáculos
y no se interpondrán personas
que desean mi mal
sino gente positiva que solo sabe amar y respetar
a los humanos que habitamos
este planeta
No ambiciono riquezas,
sino una vida justa y sin carencias de nada.
protegedme de dia y de noche.
ASI SEA Y ASÍ SERA.









ORACION PARA LA SALUD Y RETIRAR LA ENFERMEDAD

Santa Muerte de la Salud

Tu que posees los secretos de la vida;
termina con la enfermedad y el dolor
que se ha posado en mi cuerpo
y en el de aquellos a quien amo.

Vierte unas gotas de tu elixir poderoso
y regresa a mi materia el vigor,
la lucidez y la tranquilidad
para que entonces yo pueda seguir adorándote.

Marca con tu mano bondadosa
el final del sufrimiento que me toca.

Limpia con tu manto
el mal que yace en mi ser
y aléjalo para siempre.

Permite que el poder
que existe en mi sea librado
para terminar con el mal sea natural
o sobrenatural que llega a hombres y mujeres.

En especial te pido con Fe....
 (hacer petición por la persona, por la enfermedad, operación, medicamento,..)




LUNES 

Santa Muerte, te pido que al iniciar esta semana llenes de bendiciones
a mi familia, mi hogar y mi trabajo. Protégeme de todo mal. Así sea.

   

MARTES


Niña Blanca, a tus pies me postro y te pido encarecidamente me des salud. Aleja cualquier enfermedad para que yo puede seguir adelante. Te lo pido con todo mi corazón.



MIERCOLES

Este día que hoy inicia no te pediré nada, pero sí te agradezco la protección que me brindas tanto a mi como a mis seres queridos. Sigue cubriéndonos bajo tu manto.



JUEVES

Hoy antes de salir te pido que abras todos los caminos que me han de llevar a vivir tranquilamente, no te pido lujos, sólo que me des lo necesario para vivir sin preocupaciones. Mi fe está depositada en ti.




VIERNES

Hermana Blanca, te pido que a través del búho que siempre te acompaña, me des sabiduría para saber guiar a mis hijos (familia) y que siempre sepan comportarse como seres buenos. En ti confió.




 sabado

Gracias Flaquita mía por permitirme ver la luz de un nuevo día, como agradecimiento te prometo pensar en tì, y te ofrendo esta oración para que mis peticiones sean escuchadas. Mi confianza es para ti.



DOMINGO

Gracias Santísima Muerte por estar cerca de mí los siete días de esta semana. Gracias por darme protección y alejar de mí y mi hogar cualquier mal que nos acechara. Mi devoción es tuya por siempre.

martes, 5 de abril de 2011

Oración para obtener un buen amor:
Oh poderosísimo Señor Tánatos, La Muerte, San La Muerte o de La Buena Muerte vencedor de los matrimonios y de los solteros, domina el corazón invencible de (nombre y apellido); dale desesperación terrible para que venga donde estoy yo y me siga con amor y cariño hasta la locura. Oh poderosísimo Señor de la Buena Muerte, te pido que me cuides lo que es mi mayor interés, en nombre de las almas más necesitadas, que me ayudes y me traigas llorando a (nombre y apellido) rendido(a) a mis pies. Amén

Este pedido se consolida rezando tres Credos al Señor y tres Padrenuestros para las almas necesitadas













A San la muerte le rezan una oración muy eficaz para recuperar objetos perdidos ésta dice así:

¡OH esqueleto milagroso!
Fuerte más que San Son,
Majestad suplicable
En los momentos peligrosos
Con justicia y con fe en Dios.
Todo poderoso se hacerme encontrar
Lo que busco (se dice lo que se busca)
Que donde este oculta,
Sea en manos extrañas,
Que así se arrepienta y sufra todo minuto,
Horas y días de su vida
Si no me devuelve (se nombra nuevamente el objeto a encontrar)
Que no pueda trabajar tranquilo.
Que este siempre pensando
 en mí
Y por castigo eterno de vos
Poderoso Esqueleto Santo
Señor  La Muerte
Que tomo por abogado de mi (se repite)
Tú que eres el poseedor
De los espíritus del mundo
Tráigame atado a mis pies
A quien haya llevado
Amen Jesús. Amen María. Amen José.




Leyenda


 
Como Leyenda, hay varias, las que dan origen al “Santoral profano” correntino. Cada indio que se llevo una imagen, tallada por sus manos, tubo una conciencia distinta de su santo, o de su dios o de su protector.
En el Culto a San La Muerte, las leyendas son varias, aquí quiero reseñar las que han llegado a mis oídos. Estas leyendas pueden ser distintas unas de otras o simplemente ser la continuación, en distintos tiempos de una misma historia.

Cuenta la leyenda que la tribu de los Guacarás que tuvo su asentamiento en lo que es hoy Santa Ana de los Guacarás, que cuando se fueron los Jesuitas, los indios tomaron las imágenes de la iglesia, en una de ellas había un tríptico en donde estaba representaba la Tentación de Jesús en el pináculo del Templo de Salomón. Con los personajes de: Jesús, El Diablo y la Muerte y la victoria de la Muerte a cambio de un traspié   de Jesús. Los indios se repartieron el tríptico formado por tres tablas talladas por ellos y de esa manera se fueran y cada uno por su lado le siguió efectuando cultos pidiéndoles protección y todas las gracias que necesitaban. Esto dio origen a lo que hoy se conoce San Diablo (la tabla con la imagen del Diablo); a Jesús que no sufrió demasiadas transformaciones y a San la Muerte (también de la tabla con la talla de la Muerte).Luego cuando vuelven los salcedotes a ejercer los oficios religiosos, estas santificaciones se adaptaran en las capillas cristianas.

Otra Leyenda data de una antigüedad mayor que la anterior. Cuenta la leyenda que existió una vez un rey que fue famoso por ser justo en administrar justicia. Este rey muere y va al cielo, En presencia de Dios, éste reconoce lo justo que había sido en la tierra cuando administraba justicia, y le pide que lo ayude en una labor  en la cual él iba a ser idóneo para esta tarea, le encomendó el cuidado de la vida y de la muerte de los humanos. Dios lo llevó a un lugar del cielo en donde había un sin fin de velas encendidas, allí le ofreció un trono, las había, as largas y mas cortas, había velas mas grandes y mas pequeñas. Dios le dijo “-¿Ves todas esas velas encendidas…? pues esas velas son la vida de los hombres de la tierra. Tu Labor será que cuando una de las velas se termine de consumir, tendrás que bajar e ir a buscar su alma para conducirla ante mi presencia. Mientras las velas estén ardiendo esas personas están vivas, una vez que haya consumido, es cuando se acaba el tiempo para esa persona, como ves, hay velas mas grandes y velas mas pequeñas, no todos no tienes el mismo tiempo de vida allí en la tierra”. Así por orden divina se convirtió en el ayudante en el ayudante de Dios para controlar la existencia de los hombres. Sus devotos se encomiendan a él en la vida y para que los proteja en la hora de la muerte.
En los Esteros de Iberá se cuenta otra leyenda, o que dije, otra parte de una misma leyenda que forma la historia de este Santito: Cuentan los lugareños que en la región, hace 150 años aproximadamente, había una prisión en donde estaban albergados los leprosos. A estos, por miedo al contagio, los tenían apartados de los demás reclusos, en una edificación alejada,  En el pueblo existía un “Payé” (medico brujo), unos dicen que fue un monje Franciscano o un monje Jesuita que cuando Carlos III de España los expulso de la región, se quedó en el lugar para ayudar a los indígenas. Este Payé era conocido por su poder de curación, a través de la administración de yuyos, brebajes, curaciones “de palabra” y oraciones, la administración de una “agua curativa “su gran amor al prójimo, en cual abarcaba también a los leprosos cuando éste se adentraba en sus celdas para ofrecer agua a los enfermos en la culminación de sus vidas por medio de  la enfermedad.

Este monje era poco para toda la comunidad. Sus tareas se debían multiplicar para dar auxilio a todos los que requerían de su ayuda para curar males del cuerpo como así también males espirituales, o bien sacarle “algún daño” a una persona que había sido victima de algún “ojeo”, por otra mal intencionada. El Payé se hacia su tiempo para correr hasta la orilla del río (o Laguna), sentarse bajo algún árbol frondoso, ponerse en cuclillas, y meditar mirando correr el agua.
Todo seria igual, con la monotonía de siempre, ayudaba a las personas del poblado y de los que venían de la selva; llevando el agua para calmar la sed de los enfermos en el leprosarío; tomándose el tiempo para descansar su delgado cuerpo a la sombra de un árbol en la orilla del río. Hasta que, llegaron al lugar nuevamente  los salcedotes cristianos, que volvían a retomar la empresa comenzada por los misioneros.

Los sacerdotes al enterarse de la presencia del Payé, confabulan con las autoridades y hacen poner preso a éste, y lo encierran en una celda con los leprosos. El Payé, sin oponer resistencia se deja conducir, que lo encierran. Pero en protesta hace ayuno y de pie. Apoyado en un callado (bastón largo que utilizan los pastores o los viajeros para ayudarse a caminar), de pie, hasta que la muerte le llega en un momento. Nadie se dado cuenta de su muerte hasta luego de un tiempo prolongado cuando abren la puerta de su celda y lo encuentran muerto, de pie con su túnica negra, apoyado en el callado (que tenia forma de L invertida) sus carnes consumidas, era solo su esqueleto cubierto por la piel.
El apodo de Señor La Muerte puede venir, porque Payé, se ocupaba de las personas con lepra, (que en esa época tener esta enfermedad, la cual no tenía cura, era una sentencia de muerte segura).
Otra versión de la misma leyenda cuenta que el hijo de un cacique, joven y fuerte estaba protegido por Yasi (La Luna), que le habla enseñando a fabricar un amuleto protector. Su madrastra era iniciada en el culto a Aña (el Diablo), envidiosa por la suerte de Payé, por la valentía  y el coraje de éste, quería todos los atributos para su hijo. Una noche mientras dormía, su madrastra le robó el amuleto. Desde entonces Payé que era invencible, comenzó a debilitarse corriendo peligro de muerte. Entonces Tupá  (Dios supremo de los guaraníes) le envía un ave que le revela al joven Payé lo ocurrido y como recuperar el amuleto y recuperar su salud y gallardía. Mientras la madrastra enloquecía de envidia.

De la misma leyenda, al sufrir deformaciones por la divulgación de boca en boca, de generación en generación, he encontrado que los guaraníes enterraban a sus muertos en posición fetal, porque decían que la vida volvía a reciclarse, y  de esta manera la persona se preparaba en la misma posición que tendría en el vientre de la madre para volver a nacer. Esta posición muchos la comparan con la imagen de San la Muerte en cuclillas o en posición fetal, asimilándose a la forma de Payé cuando iba a orillas del río a meditar o descansar, además  de ver su esmirriado cuerpo “parecido a un esqueleto”  con la capa de piel sobre los huesos. Esa Imagen con el tiempo se pudo haber deformado por la tradición oral cuando se decía “tan flaco que es todo huesos vestido con una capa negra, parece un esqueleto con túnica…”
Sin desdeñar otra información, los lugareños les han dicho a los recopiladores de datos y leyendas en Corrientes y sus alrededores, que el culto a San la Muerte se produce a partir de la expulsión de los Jesuitas de la Cuenca del Plata por orden de Carlos III de España.
Un dato para tener en cuenta es que durante la permanencia de los Jesuitas en la región guaraní, estos tenían una imagen de Cristo sentado con la barbilla apoyada en las manos y dos codos apoyados en rodillas. A este Cristo se lo llamaba Señor de la Humildad y la Paciencia, e incluida  en el santoral cristiano, venerándose el 15 de agosto su conmemoración. Es de ahí que en algunos lugares se los venera a San la Muerte ese día, sincretizándolo  con el Señor de la Humildad y la Paciencia.
Pero generalmente la fecha de veneración en donde los “prometeros” les rinden culto es el día 20 de agosto.
Además de San La Muerte se le llama: Señor de la Buena Muerte, Señor de la Paciencia, San Justo Nuestro Señor de la Buena Muerte, Nuestro Señor de Dios y la Muerte, San Esqueleto ,santito hombre, Ayucaba, Señor que Todo lo Puede (particularmente en Formosa), San Severo de la Muerte (especialmente en Corrientes y en Formosa), o – a veces por temor– solamente San.